En los pintorescos municipios de Sitionuevo y San Sebastián de Buenavista,
a orillas del río Magdalena, dos jóvenes campesinos, Jesús Segura y Rafael
Molina, han alcanzado un hito significativo al convertirse en los primeros
profesionales de sus humildes familias, arraigadas por generaciones en la
ancestral vocación de la agricultura de pan coger.
El sueño de una cosecha académica floreció para ellos gracias a las 9,500
Becas del Cambio, una iniciativa liderada por el gobernador Carlos Caicedo y
que continuará siendo ofrecida por el actual mandatario, Rafael Martínez, con
la ambiciosa meta de beneficiar a 35,000 jóvenes magdalenenses.
Jesús Segura Guerrero, apodado 'Chucho', de 20 años, es un testimonio vivo
de cómo la fe y la dedicación pueden transformar vidas. Criado en condiciones
modestas por Bernardo Segura y Iriana Guerrero, campesinos de corazón, Jesús
materializó su sueño de convertirse en profesional al graduarse como
Desarrollador de Software de la prestigiosa Universidad Digital de Antioquia,
uno de los logros alcanzados gracias a las Becas del Cambio.
"Gracias a la gestión de Carlos Caicedo y a la continuidad de Rafael
Martínez, hoy doy fe de que soy un Resultado del Cambio", expresó Jesús
con gratitud y emoción, destacando el papel clave de las becas en la
realización de su sueño.
En la misma senda de éxito, Rafael Molina Haeckermann, de 26 años y oriundo
de San Sebastián, también se destacó como Desarrollador de Software, a pesar de
enfrentar la responsabilidad de ser el jefe de su hogar, compartido con su
esposa Leidy Díaz y su hija de 3 años.
"Antes creíamos que la universidad era un lujo inalcanzable. Veíamos
imposible ser profesionales, pero con las Becas del Cambio, totalmente
gratuitas, eso cambió. Gracias a Caicedo, puedo darle un mejor mañana a mi hija
y a mi esposa", afirmó Rafa Molina, subrayando la transformación que esta
iniciativa ha traído a su vida y la de muchos otros jóvenes.
Estos dos jóvenes ejemplifican la promesa cumplida de un futuro más
brillante para las comunidades rurales, donde las semillas de la educación han
germinado con éxito, impulsadas por el compromiso de líderes como Carlos
Caicedo y Rafael Martínez. La cosecha de sueños y oportunidades continúa
floreciendo, allanando el camino para más jóvenes que, como Jesús y Rafael,
aspiran a cambiar sus vidas a través del poder transformador de la educación.
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