Raúl Peñaranda, un samario que canta goles vallenatos




estampado en la lista de los conquistadores de la única estrella conseguida por el Unión Magdalena.
Aquella proeza conseguida por su ser querido, es motivo de orgullo para toda la familia Peñaranda, pero especialmente para Raúl, quien desde pequeño siempre dijo que algún día sería también un jugador reconocido en el fútbol, ilusión que parecía podría convertirse en realidad por su entusiasmo y cualidades que mostraba con el balón siempre que jugaba en uno de los equipos locales de formación en Santa Marta.
Sueño aplazado
A pesar que como todo futbolista soñaba con jugar en un equipo de talla internacional, el principal anhelo de Raúl Peñaranda a sus 22 años, era el de jugar con el club de sus amores, el Unión Magdalena, para en una primera instancia lograr con su aporte que regresara a la Primera División y posteriormente alzarse con una nueva estrella para igualar la hazaña de su abuelo. "Ese de adolescente se convirtió en mi primer deseo, como jugador, pues en mi familia queremos mucho a este equipo de Santa Marta".
Pero por el momento ese propósito tuvo que ser aplazado, pues por cosas del fútbol, se presentó al Unión Magdalena y no fue aprobado por las actuales directivas técnicas, sin embargo, el sueño de ser futbolista se mantuvo y cobró mayor fuerza al encontrar las puertas abiertas en el Valledupar F.C, donde tuvo el visto bueno del entrenador y por ende se propuso ser uno de los protagonistas del conjunto vallenato.
Esa confianza que le entregó el profesor Hugo Arrieta, ha sido gratificada por el jugador samario, cuya carrera futbolística parece despegar este año, cuando su nombre comienza a ser reconocido y comparado por la astucia y habilidad goleadora de su abuelo.
"Me he sentido muy feliz en Valledupar, es un buen grupo y sobre todo cuento con el apoyo del cuerpo técnico, el cual me ha brindado la posibilidad de sumar muchos minutos en la cancha, y he tratado de aprovecharlos al máximo, cumpliéndole con aportes importantes en cada partido", manifiesta el futbolista oriundo de Santa Marta.
Protagonista con el Valledupar
El buen momento que vive Raúl Peñaranda durante el presente semestre con el club de la Capital del Cesar, fue ratificado el pasado fin de semana, cuando en una tarde mágica logró no solo revertir un marcador en contra, si no marcar un total de tres goles que sentenciaron la victoria de su equipo.
Ese hecho es motivo de felicidad para cualquier jugador, pero en el caso de Raúl Peñaranda su sensación fue un poco agridulce, teniendo en cuenta que al rival que destrozó con sus goles, fue nada más y nada menos que el Unión Magdalena, equipo de sus amores, donde anhelaba jugar pero las puertas le fueron cerradas.
"Fue un momento un poco extraño, porque le marqué al equipo que mi familia quiere y al que personalmente le tengo mucho aprecio, sin embargo, así es el fútbol y hoy estoy en Valledupar y debó allí esforzarme por ser el mejor", anotó el jugador quien con esos tres goles se ubicó en la cima de goleadores del Torneo de la B con un total de ocho anotaciones.
Y es que para la familia Peñaranda y los samarios en general, es lamentable la noticia, pues no se justifica que el jugador no le esté entregando estas alegrías al equipo de su tierra el Unión Magdalena, si no a la "capital mundial del vallenato" Valledupar.
Todos los samarios se preguntan ¿por qué un joven con sangre y casta futbolística no está en el ciclón?, la respuesta que nos entregó el mismo Raúl Peñaranda, fue sencilla "porque así es el fútbol un día estamos aquí y el otro se sabe dónde" anotó, sin duda alguna esa razón es lógica, pero no aceptada por los magdalenenses quienes en los últimos años han visto como grandes hijos de esta tierra les ha tocado ir a triunfar en otra parte, ya que no encuentran una oportunidad en Santa Marta. Al igual que este futbolista, son muchos los que quedaron por fuera del Unión, situación que mantiene preocupados a los Magdalenense, porque siendo cuna de grandes estrellas están dejando de lado y para el infortunio del equipo local, están logrando grandes cosas en otras regiones.
Para Raúl Peñaranda, el semillero samario que se está desperdiciando el equipo de Santa Marta, podría tener al Unión en la A, porque así como logran triunfos con otras camisetas, serían más si lo hacen por las de su tierra.
"La verdad pienso que si a uno no le dan la oportunidad, pues hay que buscar por otro lado, porque son los sueños de uno y el fútbol no se nos puede acabar solo porque no juguemos en el Unión, lo que lamentamos es no entregarle a nuestra gente esos triunfos, pero no podemos hacer nada, solo seguir jugando y haciendo historia donde estemos", expresó Peñaranda.
Este samario jugó hasta sus 13 años en el equipo Talento Los Almendros, dirigido el profesor Walter Porras, a quien Raúl Peñaranda agradeció por los aportes importantes a su carrera futbolística y de los cuales hoy comienza a recoger los frutos.
Para este joven estar lejos de su tierra y de su gente ha sido lo más duro en este nuevo reto "estar lejos de mi familia ha sido lo más doloroso, de venir para acá porque soy muy apegados a ellos, lo primero que pensé antes de venirme fue en eso, cuando llevaba un mes me hacían demasiada falta, pero pudieron venir al primer partido que jugamos acá y eso fue lo que me dio la fuerza para marcar los primeros dos goles, cuando vi a mi familia en el estadio fue la motivación más grande", puntualizó el samario, quien se ha propuesto cantar muchos más goles vallenatos para ser historia como lo hizo su abuelo en el Unión Magdalena..

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